A finales de los años 60 y principios de los 70, varios países comenzaron a desarrollar vehículos con torretas no tripuladas para mejorar la supervivencia de la tripulación. Los ingenieros militares italianos decidieron adoptar estas innovaciones, pero optaron por utilizar diseños existentes. La torreta se basó en la torreta alemana del avanzado tanque KPz 3. La configuración del casco también se adoptó de los vehículos alemanes. Al mismo tiempo, los ingenieros italianos intentaron aumentar el espesor del blindaje al máximo. Para mejorar la resistencia a los proyectiles del blindaje frontal, se decidió hacerlo similar a la forma de morro de pico. El desarrollo se interrumpió en la etapa de diseño.