A finales de los años 40 se inició el desarrollo de un cañón autopropulsado basado en el AMX 13 75. El vehículo estaba equipado con el obús Obusier de 105 mm TF50. A principios de los años 50, el cañón autopropulsado entró en servicio en el ejército francés. Se fabricaron un total de 429 vehículos, de los cuales 92 se exportaron a los Países Bajos.